Psicología

Lídia López Espinosa

Con más de 7 años de experiencia en Psicología Clínica, nuestro gabinete de psicología busca un tratamiento adaptado a ti, con los métodos y técnicas que se adapten mejor a tu caso.

Trabajamos sobre pensamientos, emociones y comportamientos concretos, dando un espacio a los aspectos específicos de tu vida que son más importantes para ti. Haremos un abordaje integral dando cabida a tu malestar, para que potencies tus recursos y encuentres alternativas que te hagan sentir mejor.

Pretendemos ofrecerte un espacio y un tiempo dirigido a entender tu malestar, con el objeto de comprenderlo dentro de un marco biopsicosocial.

Poder abordar el problema con estrategias y recursos individualizados. Y por tanto, contribuir a una mejor calidad de vida emocional.

  • Estados emocionales depresivos.
  • Problemas de ansiedad.
  • Terapia de pareja.
  • Terapia familiar.
  • Control de la ira e impulsos.
  • Preocupaciones patológicas.
  • Problemas de la conducta alimentaria y autoimagen.
  • Dificultades para relacionarnos socialmente.
  • Problemas relacionados con la sexualidad.
  • Desgaste psicológico derivado de enfermedades físicas.
  • Ajuste a cambios y crisis vitales.
  • Adicción a las redes sociales.
  • Trastornos de personalidad.
  • Procesos de duelo.
  • Violencia de género, abuso sexual, malos tratos y problemáticas que pueden cursar con estrés postraumático.
  • Crecimiento y realización personal.

Psicología clínica infantil y juvenil

La razón por la que un niño o adolescente necesita acudir al psicólogo infantojuvenil no es solo que padezca algún tipo de trastorno mental, que en este caso, la psicóloga proporcionará los medios adecuados para afrontar el problema existente.

En gran cantidad de casos, los profesionales se encargan de ayudar a la familia y al menor ante conflictos del día a día, problemas que no tienen porque estar justificados por un trastorno o una enfermedad mental.

Nuestro servicio de atención psicológica atiende a distintas áreas que preocupan tanto a los padres como a educadores y que afectan habitualmente a los menores:

  • Problemas emocionales.
  • Problemas de conducta.
  • Problemas de control de la ira e impulsividad.
  • Problemas de control esfínteres (enuresis y encopresis).
  • Problemas en sus relaciones sociales.
  • Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia).
  • Dificultades en el aprendizaje o rendimiento escolar.